martes, 19 de junio de 2012

Etelvina y su olla loca



             Había una vez una señora llamada Etelvina que paseaba todas las tardes a la misma hora y por el mismo lugar con su olla en la cabeza.
             Acostumbrada a pasear muy ensimismada, no lograba percatar lo que sucedía a su alrededor, hasta que un día le llamó la atención un gato que era paseado por su dueña con una correa. Mas sorprendida quedó, al ver a su dueña con una olla idéntica a la de ella en su cabeza. Al llegar a la plaza municipal
se encontró con la novedad de que varias personas utilizaban una olla en la cabeza. Había de diversos modelos , tamaños, formas y colores, para grandes y chicos, hombres y mujeres.
             Transcurridos unos meses la ciudad fue renombrada "La Olla Loca", y los vecinos realizaron a Etelvina una fiesta homenaje por haber instaurado la moda de la olla en la cabeza.

                                                                       FIN

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