Había una vez una señora llamada Etelvina que paseaba todas las tardes a la misma hora y por el mismo lugar con su olla en la cabeza.
Acostumbrada a pasear muy ensimismada, no lograba percatarse lo que sucedía a su alrededor, hasta que un día le llamó la atención un gato que era paseado por su dueña con una correa. Mas sorprendida quedó al ver que esa señora era un robot y que la quería matar. El robot la perseguía sin saber que Etelvina se iba a defender ,(como lo hace siempre), pero esta vez llamó a la policia, ella se dio cuenta que tambien eran robots.
Lo que Etelvina no sabía era que ella tambien era un robot, y que todos en la ciudad tambien eran robots. Días despues la ciudad se extinguía, porque los robots se mataron entre si.
FIN
sábado, 30 de junio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
Etelvina y su olla loca
Había una vez una señora llamada Etelvina que paseaba todas las tardes a la misma hora y por el mismo lugar con su olla en la cabeza.
Acostumbrada a pasear muy ensimismada, no lograba percatar lo que sucedía a su alrededor, hasta que un día le llamó la atención un gato que era paseado por su dueña con una correa. Mas sorprendida quedó, al ver a su dueña con una olla idéntica a la de ella en su cabeza. Al llegar a la plaza municipal
se encontró con la novedad de que varias personas utilizaban una olla en la cabeza. Había de diversos modelos , tamaños, formas y colores, para grandes y chicos, hombres y mujeres.
Transcurridos unos meses la ciudad fue renombrada "La Olla Loca", y los vecinos realizaron a Etelvina una fiesta homenaje por haber instaurado la moda de la olla en la cabeza.
FIN
Suscribirse a:
Entradas (Atom)